¿Cuántas películas o programas de televisión has visto sobre la industria legal? ¿Cuántas representaciones inexactas de los tribunales has visto? Si eres abogado, ¡seguramente la respuesta es muchas! Echa un vistazo a esta publicación para ver algunos de los errores más comunes en el cine y la televisión legales.
En publicaciones anteriores de Justia Avanza, te presentamos películas y programas de televisión que muestran el mundo del derecho. Estas películas y series se han vuelto populares, íconos del entretenimiento, vistos una y otra vez por muchas personas.
A los ojos del público en general, las situaciones en pantalla que se presentan sobre el mundo legal en la televisión son reales. El derecho no está solo en esto. El mismo fenómeno ocurre en producciones sobre espionaje, medicina y policía. Por lo tanto, no es raro escuchar a un joven decir que quiere ejercer una de estas profesiones debido a lo que ha visto en la pantalla, para luego darse cuenta de que ha estado expuesto a una versión inexacta y romantizada de estas profesiones.
Por el contrario, cada vez que un abogado ve una película o un programa de televisión donde se describen problemas legales, es probable que detecte innumerables errores e inconsistencias. Estos errores hacen que levanten las cejas y suspiren mientras dicen: “Bah, eso no pasa en la vida real”. Debido a que saben cómo funciona el sistema legal, puede ser difícil “engañarlos”.
A medida que detectas estos errores e inexactitudes, puede que cuestiones el script que estás viendo. ¿Será que los guionistas y productores simplemente desconocen la ley? Tal vez. Pero es igualmente probable que estos errores sean simplemente el producto de una licencia creativa para dar dramatismo y entretenimiento a las escenas en la pantalla. Ni siquiera los programas que se basan en hechos reales afirman ser un reflejo totalmente exacto del mundo real. En cambio, siempre habrá detalles alterados, intencionada o inadvertidamente, que contribuyen a que los contenidos de entretenimiento sean precisamente eso: más entretenidos.
La lista de errores o licencias creativas, como quieras llamarlo, en la televisión sobre asuntos legales es prácticamente interminable. Sin embargo, aquí te presentamos seis de las inexactitudes más comunes y recurrentes en la programación jurídica que aparecen en la mayoría de los contenidos que representan a los abogados, los tribunales y la ley.
1. Objeciones Sin Sustento
Has visto esta escena innumerables veces. El fiscal está interrogando a un testigo o al acusado. Durante el proceso, lanza una serie de preguntas, rápidamente, una tras otra. De repente, el abogado defensor grita: “¡Objeción!” Y luego no dice nada más. Sin más, el juez acepta o rechaza esta objeción inmediatamente, y el fiscal mantiene o retira su pregunta.
En la práctica, cuando un abogado presenta una objeción (en inglés), debe dar al menos una razón por la que está objetando. La objeción debe estar respaldada por motivos legales. Es decir, el abogado debe explicar claramente la base legal por la que objeta.
A veces se trata de una o dos palabras breves. A veces son unas pocas frases. En cualquier caso, en la práctica real, los abogados rara vez se limitan a gritar la palabra “objeción” y esperan a que se tome una decisión.
Sin duda, son muchas las películas y series de televisión que te vienen a la mente en las que todos los abogados objetan sin una razón fundamental.
2. Testigos y Evidencia Sorpresa
El juicio está a punto de terminar. La fiscalía ha terminado su interrogatorio, se han presentado todas las pruebas y el jurado está a punto de escuchar un cierre que los convenza de la culpabilidad del acusado. Todo está en contra del acusado.
En ese mismo momento, el abogado defensor llama a un testigo sorpresa y saca a relucir nuevas e impactantes evidencias de forma sorprendente. Todos se miran asombrados. El acusado sonríe aliviado y es inmediatamente absuelto. El juez lo libera.
El elemento sorpresa, especialmente al final de un juicio, ciertamente añade dramatismo y tensión a la trama de la película o serie de televisión, pero el elemento sorpresa está lejos de lo que sucede en el tribunal.
En realidad, estos giros dramáticos rara vez ocurren. Las listas de evidencias y testigos se recopilan y divulgan mucho antes de que comience el juicio (en inglés). Generalmente, ambas partes están al tanto de todo lo que se va a presentar. La fiscalía incluso tiene la obligación legal de revelar evidencias (en inglés) que son favorables al acusado.
Además, incluso si la defensa llama a un testigo sorpresa al final del juicio, no sería sorprendente que un juez retrasara este testimonio para ofrecer a la parte acusada un breve tiempo de preparación.
3. Deambulando por el Tribunal
Imagina esta escena: el juez permite que un abogado interrogue al testigo. El abogado no dice nada, recoge sus papeles y deambula por la sala del tribunal mientras hace preguntas. Se acerca al jurado varias veces. Se acerca al testigo. Se inclina hacia el estrado para intimidar al testigo. Se acerca al juez en el banquillo para hacer un comentario. Parece que la sala del tribunal es un lugar en el que los defensores pueden pasearse libremente y exponer su punto de vista a cualquiera mientras hacen preguntas y presentan sus argumentos.
Sin embargo, esto no sucede en un tribunal real. Durante un juicio, los abogados deben permanecer en el escritorio asignado u ocupar su lugar en el estrado asignado para interrogar y presentar evidencia. Por lo general, no deambulan por la sala del tribunal, y mucho menos se acercan al testigo, al jurado o al juez, sin antes pedir permiso. De hecho, el juez podría amonestar al abogado que intente realizar cualquiera de estos comportamientos sin pedir permiso primero.
Pero seamos sinceros, no poder acercarse al estrado tiene un efecto mucho menos dramático para los propósitos de una película o programa de televisión.
4. Acosando al Testigo
El acusado está tranquilo en el estrado. Parece despreocupado y responde con calma a cada una de las preguntas del abogado en turno. El fiscal comienza a preocuparse, especialmente cuando el acusado le sonríe con confianza. El caso parece estar perdido. Y luego, el abogado decide modificar su táctica. Camina hacia el estrado y comienza a hacer preguntas, una tras otra, elevando la voz cada vez más. El abogado ignora las objeciones del abogado del acusado e incluso las advertencias del juez. La presión va en aumento y el acusado pierde la calma, se desespera y responde de tal manera que admite su culpabilidad, para sorpresa de todos.
¡Los tribunales serían mucho menos dramáticos sin estas teatralidades de los abogados en busca de justicia! Sin embargo, la verdad es que, a pesar de la tensión que se pueda sentir en un juicio, los abogados están obligados a mantener un buen comportamiento. Deben respetar a los demás abogados, los testigos y la autoridad del juez. Acosar a los testigos es motivo de objeción. Acosar, perder el control e ignorar las instrucciones del juez pueden tener consecuencias negativas para un abogado… e incluso pueden llevarlo a desacato al tribunal.
5. Acusados con Ropa de Prisión
La sala del tribunal está llena de gente. Los abogados están preparando sus últimas notas para iniciar el juicio. Los miembros del jurado se miran entre sí. El juez golpea con el mazo el estrado y pide que se haga pasar al acusado. Se hace un silencio cuando se abren las puertas y vemos entrar al acusado esposado con ropa de prisión.
Inmediatamente, la gente lo mira con desprecio y comienza a juzgarlo. Y así, el proceso judicial comienza con todos ya predispuestos, ya sea conscientemente o no, simplemente por la vestimenta del acusado.
En realidad, los acusados a veces pueden comparecer con ropa de prisión para algunas cuestiones preliminares. Sin embargo, en el juicio, los acusados normalmente visten ropa común para evitar prejuicios. Después de todo, los acusados son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad.
6. Liberación Inmediata del Absuelto
El juicio está en su punto culminante. El jurado está a punto de leer el veredicto. Todos están prestando atención a la decisión final. Se escucha “no culpable” y la sala estalla en aplausos, por un lado, y en descontento por el otro. El juez pide orden en la sala y procede a decirle al acusado: “Es usted libre. Puede irse”.
Sin más, el acusado queda libre y sale del juzgado. Todos sonríen porque ha triunfado la justicia.
Si bien es importante que el drama mantenido a lo largo de una película culmine con la sentencia (un hombre inocente que sale del juzgado), no siempre es así como las cosas ocurren en la vida real. Una vez que un acusado ha sido absuelto, puede que no quede libre en ese preciso momento. Puede haber un poco más de procedimiento y trámites que lleven algo de tiempo.
Reflexiones Finales: ¿Por Qué Debe Importarte?
Como mencionamos en nuestras publicaciones anteriores sobre películas y programas de televisión acerca del mundo legal, tomarse el tiempo para dejar el trabajo a un lado es bueno. Este espacio te permite recargarte de energía, olvidarte del estrés y volver a enfocarte en tus tareas diarias con una nueva perspectiva. Y, lo creas o no, ¡fijarte en los errores mientras disfrutas de un drama legal puede ayudarte a mantener en forma tus conocimientos y habilidades legales!